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Espiritualidad

 La espiritualidad es la relación de dos o más espíritus que trabajan por conectarse con el Espíritu de Dios ("...comprenderéis que yo estoy en mi padre y vosotros en mi y yo en vosotros." Jn.14,20)  y mantenerse cada vez en una comunión de mayor intimidad e intensidad ("Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él." Jn. 14,23).

El Padre Antonio Royo Marín, en su libro "Los grandes Maestros de la Vida Espiritual" Madrid, 1973, Ed. BAC, nos dice que "La espiritualidad cristiana se apoya íntegra y esencialmente en la doctrina de Jesús, completada con la de sus apóstoles inmediatos" pp.3 "Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo" (1Cor. 3,11).

"Toda la doctrina ascética o espiritual... puede resumirse en estas palabras de Jesús: ´Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome cada día su cruz y sígame´ (Lc. 9,23)... dos disposiciones fundamentales y correlativas:

  1. El renunciamiento a nosotros mismos.
  2. La firme voluntad de imitar a Cristo.
En estas dos actitudes fundamentales se encierran la ascética y mística cristianas" pp.4

Se debe aclarar que los fieles laicos "son personas que viven la vida normal en el mundo, estudian, trabajan, entablan relaciones de amistad, sociales, profesionales, culturales, etc... «son llamados por Dios para contribuir, desde dentro a modo de fermento, a la santificación del mundo mediante el ejercicio de sus propias tareas, guiados por el espíritu evangélico, y así manifiestan a Cristo ante los demás, principalmente con el testimonio de su vida y con el fulgor de su fe, esperanza y caridad» Christifideles Laici No.15 de Juan Pablo II

La espiritualidad del Fiel laico no se vive en el monasterio o en el templo como los religiosos o los sacerdotes sino que su espiritualidad se vive allí, en el lugar donde Diós los ha llamado y por ello allí los ha enviado: «el mismo Verbo encarnado quiso participar de la convivencia humana (...). Santificó los vínculos humanos, en primer lugar los familiares, donde tienen su origen las relaciones sociales, sometiéndose voluntariamente a las leyes de su patria. Quiso llevar la vida de un trabajador de su tiempo y de su región» Christifideles Laici No.15 Juan Pablo II. Pero en el No. 26 de la misma encíclica el Papa argumenta la importancia de siempre estar en comunión con el párroco y con el obispo.

Sólo la espiritualidad garantiza que los fieles laicos den frutos, y los den en abundancia. "El que permanece en mi y yo en él, ese da mucho fruto; porque separados de mi no podéis hacer nada" (Jn. 15, 5) y más adelante subraya: "La gloria de mi padre está en que deis mucho fruto y seais mis discípulos" (Jn.15,8)

Por eso la insistencia y el gran mandato: "Id,pues, y haced discípulos de todas las naciones..." (Mt.28,19)

Espiritualidad es un proceso en el cual actúan dos fuerzas para acercarse y mantenerse unidos pero una de ellas debe reconocer y vencer su ego y las artimañas y trampas de los demonios que a toda costa buscan separar, conflictuar y procurar situaciones de simulación donde en realidad se encuentran separadas las partes, incluso en conflicto pero, aparentan y presumen unidad y armonía. La espiritualidad es una lucha por la unidad con el Creador, nuestros semejantes y con todas las creaturas.

Así hay maneras de encontrar esta unidad con el creador. Aquí empezaremos hablando de la espiritualidad que nos presenta el discípulo amado de Jesús: San Juan.





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